La guerra en Irak duró casi nueve años y los analistas no llegan a un acuerdo sobre el éxito o fracaso de la misión. La duda crece aún más a cinco días del final oficial de las operaciones militares estadounidenses en el país.
Este jueves 22 de diciembre de 2011, las autoridades en Irak informarón que más de una docena de explosiones estremecieron la capital, Bagdad, provocando la muerte dejando sin vida cerca de 63 personas e hiriendo a más de 180.
El incidente se considera el peor acto de violencia terrorista que afecta el país este mes y a pesar de que ningún grupo se ha atribuido los atentados, se teme que se traten de ataques sectarios, ya que la mayoría se produjeron en zonas sunitas.
Violencia sectaria
La serie explosiones se producen en medio de una grave crisis en el gobierno liderados por chiítas con una minoría de líderes sunitas.
Los ataques surgen cuando el gobierno encabezado por Nouri al-Malik, chiíta, presiona por el arresto del vicepresidente Tariq al-Hashemi, quien es sunita , bajo cargos conspiración de asesinato a funcionarios gubernamentales.
Hashemi le dijo a la Voz de América que el primer ministro al-Malik controla la seguridad y las fuerzas de inteligencia y no permite que otros funcionarios electos interfieran.
Hashemi, dijo que el mandatario quiere consolidar su poder tras la ausencia de las tropas estadounidenses..
El vicepresidente iraquí huyó a la región semiautónoma del Kurdistán, en el norte de Irak para escapar a una orden de arresto emitida esta semana.
La Casa Blanca informó que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, llamó a al-Maliki y al presidente del Consejo de Representantes Osama al-Nujaifi para instar en la necesidad de resolver sus diferencias.
“Profundo pesar”
El Departamento de Defensa estadounidense dijo este jueves 22 de diciembre que hubo "errores” y una “coordinación inadecuada y malentendidos" en el ataque aéreo que acabó con la vida de 24 soldados paquistaníes en noviembre.
El ataque de la OTAN en la una zona fronteriza con Afganistán dejó sin vida a los soldados.
George Little, portavoz del Pentágono expresó el más "profundo pesar" por la pérdida de las vidas, pero aseguró que el ejército estadounidense no puede actuar con eficacia en la frontera afgana “sin tener en cuenta falta de confianza que existe” entre los gobiernos de Estados Unidos e Irak.
