Algunos analistas consideran que el premio fue otorgado por el comité a Obama por su deseo de unir lazos con la isla.
Para Uva de Aragón, directora del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de la Florida, el premio da un espaldarazo a Obama para superar 5 décadas de distanciamiento.
Mientras que para Jaime Suchlicki, director del Centro de Estudios
Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, está la actitud de Obama de negociar el diferendo con La Habana, pero sin olvidar los derechos humanos y la falta de libertad.
Francisco "Pepe" Hernández, Presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, el premio a Obama es un reconocimiento del cambio de actitud de Estados Unidos hacia la situación en el mundo.
En relación a Cuba, subraya que sin duda alguna la actitud de Barack Obama hacia el conflicto de más de medio siglo con el gobierno de la isla concuerda con su política de querer resolver los problemas dialogando, sin recurrir a la violencia, a las sanciones o a las armas.