UE insta al diálogo pero sigue evaluando sanciones contra Venezuela

Los países de la Unión Europea decidieron este lunes en Luxemburgo continuar trabajando hacia la aplicación de "posibles sanciones dirigidas, graduales y reversibles", contra el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La decisión se toma al día siguiente de que el régimen de Maduro se atribuyera un triunfo abrumador en las elecciones de gobernador el domingo 15 de octubre, donde el oficialismo reclamó haber ganado en 17 de los 23 estados del país.

Los países europeos que calificaron de "sorprendente" la victoria que proclama el oficialismo y rechaza la oposición venezolana, dicen que su enfoque hacia el Gobierno de Venezuela se debe a la represión y la falta de avances para llegar a una solución negociada con la oposición e insisten en su llamado al diálogo político.

Al inicio de la reunión, la jefe de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, afirmó sobre las elecciones regionales venezolanas "que los resultados son sorprendentes, hay que averiguar qué es lo que ha ocurrido en realidad".

Entre los países que apoyaron el planteamiento de Mogherini estuvieron Portugal, Italia y España.

El miércoles de la semana pasada los países comenzaron a trabajar en sanciones selectivas contra funcionarios del gobierno de Maduro considerados responsables de la represión contra la población civil.

Informes de prensa apuntan a que los nombres de esas personas podrían estar listos para el próximo Consejo de Exteriores comunitario de la UE, a realizarse en noviembre en Bruselas.

Este lunes, Francia y Grecia estuvieron entre los países opuestos a sancionar al régimen venezolano. Francia ya se opuso anteriormente en agosto a sancionar al gobierno de Maduro, ofreciendo más bien mediar para buscar solución a la crisis venezolana.

El Gobierno de Atenas descarta la aplicación de sancionar a Venezuela y en el debate de este lunes pidió la "reversibilidad de cualquier medida restrictiva", dijeron a la agencia EFE, fuentes europeas.

La Unión Europea también estaría considerando prohibir la venta de equipos usados como instrumentos para la represión en Venezuela, informa la agencia noticiosa.

El pasado viernes 13 de octubre, el canciller venezolano Jorge Arreaza denunció que la Unión Europea y gobiernos aliados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, preparan maniobras para desconocer la transparencia de las elecciones de gobernador, del domingo 15 de octubre.

Arreaza acusó a la Unión Europea de seguir los pasos del presidente Trump "directamente", analizando supuestas sanciones contra Venezuela. Dijo que los informes que se están utilizando "parecen" elaborados por la alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el equipo de comunicaciones de EE.UU., con el fin de poder afirmar que las elecciones han sido fraudulentas.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, quien junto con el vicepresidente del parlamento venezolano participan en Rusia en la reunión anual de la Unión Interparlamentaria Mundial, aseguró a principios de septiembre que "los países europeos no quitaran la atención de Venezuela hasta que haya una solución democrática a la crisis política e institucional".

Borges, hizo la afirmación tras reunirse ese mismo día con el presidente del gobierno español Mariano Rajoy, quien manifestó su preocupación por la ausencia de un cronograma electoral confiable en Venezuela, así como la persecución a dirigentes políticos y la situación económica en la nación latinoamericana.

En los días siguientes, Borges y Guevara, se reunieron también con la canciller alemana, Ángela Merkel, y con la Primera Ministra, Theresa May, como parte de la gira que han realizado por países europeos para denunciar la crisis que atraviesa Venezuela.