Desde la otra orilla del río Wenatchee, Dominick Bonny vio arder un barrio entero de su ciudad del centro del estado de Washington, en el oeste de Estados Unidos, a causa de un incendio que destruyó dos docenas de viviendas y obligó a cientos a huir.
Los incendios golpearon partes del centro y el este de Washington durante el fin de semana mientras el estado lucha contra una severa sequía. La capa de nieve acumulada en las montañas está en niveles muy bajos y alrededor de una quinta parte de los ríos y arroyos están en mínimos históricos.
El este de Washington ha estado sufriendo temperaturas que superan los 37 grados Celsius (en torno a 100 Farenheit) y la semana pasada el gobernador, Jay Inslee, emitió un bando de emergencias que permite destinar todos los recursos estatales a la respuesta a los fuegos.
En Wenatchee, un incendio alimentado por las altas temperaturas y los fuertes vientos entró en la ciudad el domingo por la parte. Las llamas se originaron en matorrales a las afueras de la localidad, a unos 190 kms (unas 120 millas) al este de Seattle, pero pronto quedaron fuera de control quemando una superficie estimada en más de 10 kms cuadrados (4 millas cuadradas), dijeron funcionarios.
Las lluvias del lunes proporcionaron algún alivio, pero las condiciones secas y cálidas y el viento podrían volver a agravar la situación. Tres bomberos sufrieron lesiones menores y no se reportaron heridas a los residentes.