El número de muertos tras un largo fin de semana de lluvias e inundaciones en los estados de Texas y Oklahoma se ha elevado a por lo menos 17 personas y a por lo menos 28 en ambos lados de la frontera con México.
Cuatro de los muertos fueron reportados en la ciudad de Houston, en el sureste de Texas, que recibió hasta 30 centímetros de lluvia en un período de seis horas entre el lunes y martes.
Las inundaciones detuvieron totalmente el tráfico en una importante carretera, forzando a miles de automovilistas a abandonar sus vehículos. Las autoridades dicen que rescatistas llevaron a cabo más de 500 rescates de las aguas.
Cientos de espectadores asistieron el lunes a la semifinal de la NBA entre Houston Rockets y Golden State Warriors pasaron la noche en el estadio, en el centro de Houston.
La alcaldesa Annalise Parker dijo que unas 4.000 casas ha registrado significativos daños de la inundación y el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha declarado estado de emergencia para más de 40 condados en todo el estado.
El Servicio Nacional de Meteorología dice que hay una buena posibilidad de tormentas eléctricas para el resto de la semana en Houston.
Al otro lado de la frontera, en México, la gente está limpiando en Ciudad Acuña, después de un tornado que mató por lo menos 13 personas y destruyó cientos de casas.
Las condiciones climáticas extremas fueron generadas por tormentas que se extendieron desde el Golfo de México hasta los Grandes Lagos.
En México, muy cerca de la frontera con Estados Unidos, Ciudad Acuña se vio sacudida el lunes por el pasaje de un tornado que mató al menos a 14 personas.
