Incendios forestales han estado ardiendo en los estados de Washington, Oregon, Idaho, Montana y California, en el oeste de Estados Unidos, forzando a miles de residentes a abandonar sus casas.
Las autoridades esperan poder contener las llamas antes de que lleguen a sitios industriales y produzcan humos tóxicos. Aviones y helicópteros han estado arrojando agua y retardante de llamas en un esfuerzo por impedir el avance del fuego. Sin embargo, el denso humo sobre algunas áreas hace imposible a veces volar sobre ellos.
Las autoridades han advertido a los residentes a que permanezcan adentro hasta que el humo se disipe. El humo y las frecuentes evacuaciones también han afectado a los animales de granjas.
Casi 29.000 bomberos están trabajando para extinguir enormes incendios en áreas afectadas por una intensa sequía en el oeste de Estados Unidos. Entre tanto, docenas de bomberos de Australia y Nueva Zelanda han llegado a Estados Unidos para ayudar en la lucha contra los incendios forestales.
Muchos residentes se han unido a los esfuerzos para contener los incendios que se aproximan a sus casas y ofrecen refugio a quienes han huido de sus casas.
“Esta es una comunidad muy generosa. Tan pronto como se supo, gente que se conoce entre ella, abrieron sus casas a cada uno y aun algunos de los hoteles permitieron que la gente pernoctara”, dijo Chon Bribiescas, del Servicio Forestal de EE.UU.
Hay temores de que una tormenta que se aproxima pueda avivar las llamas en algunas partes del estado de Washington. La buena noticia es que los incendios se han controlado en algunas partes, permitiendo que los residentes retornen a sus casas.
