El lunes empezó el juicio de ocho días contra el ex alguacil del condado de Maricopa en Arizona, Joe Arpaio, en el cual se le acusa de desacato a un tribunal por desobedecer la orden de un juez que mandó a poner fin a los patrullajes de tránsito que tenían como objetivo detener a inmigrantes.
Posteriormente, un juez encontró que los oficiales bajo la dirección de Arpaio practicaban el perfil racial contra los hispanos.
El juicio empieza el mismo día que la Corte Suprema rechazó una solicitud del ex alguacil en la que pedía que su caso sea evaluado por un jurado en vez que sea un juez quien decida su situación legal.
Si es declarado culpable, Arpaio de 85 años de edad, podría enfrentar más de seis meses de prisión. Aunque los abogados que han seguido su caso no creen que un hombre de la edad de Arpaio sea puesto tras las rejas.
Arpaio insiste que su decisión de mantener las patrullas a pesar de la decisión del juez no fue intencional.
Durante nueve de los 24 años que Joe Arpaio estuvo en el cargo mantuvo estrictas políticas migratorias muy parecidas a las que proclama el presidente Donald Trump.
En los argumentos de apertura los fiscales presentaron notas de prensa divulgadas por la oficina de Arpaio y sus comentarios en entrevistas televisadas como pruebas de su dura posición contra los inmigrantes.
"Él pensó que podría salirse con la suya", dijo el fiscal Victor Salgado. “Nunca pensó que llegaría este día”, agregó.
Por su parte, el abogado de Arpaio discutió enérgicamente que una persona con casi 60 años en la aplicación de la ley podría violar una orden de la corte echándole la culpa a un abogado anterior que le dio un mal consejo legal.
No se sabe si el alguacil Arpaio testifique durante su juicio.
