El gobierno de El Salvador decretó una alerta nacional por escasez de agua potable que se vive en el país.
La crisis se da principalmente en la zona central, en donde el cambio climático y el mal estado de los sistemas de potabilización y distribución han generado el desabastecimiento del vital líquido.
El presidente de la nación, Salvador Sánchez Cerén, autorizó al presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados, gestionar un presupuesto de 3,500 millones de dólares para la construcción de nuevos pozos, la compra de camiones cisterna, además de otras medidas que ayuden a mitigar la sequía.
"He autorizado al presidente de ANDA (Marco Fortín) para que declare una emergencia, para que pueda gestionar los fondos y resolver de inmediato la construcción de pozos nuevos, contratar pipas y otras medidas", destacó el mandatario salvadoreño.
Un total de cuatro pozos serán perforados en las plantas de tratamiento de Guluchapa y en San Juan Opico, en donde se espera aprovechar la estabilidad del caudal subterráneo.