Un comunicado difundido por la SIP alude a la queja formulada mediante una carta la semana pasada por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca sobre las limitaciones de que son objeto los reporteros gráficos en su acceso a algunos actos oficiales de Obama bajo el argumento de que son de carácter privado.
Además de la asociación, la misiva la suscribieron entre numerosos medios la agencias noticiosas AP, AFP, Bloomberg, los diarios The New York Times, Washington Post, los del grupo McClatchy, y las cadenas CBS, NBC, ABC, CNN y FOX.
La queja sostuvo que tal práctica constituye “una ruptura importante con la forma en que las presidencias anteriores han trabajado” con la prensa y tiene un “impacto adverso directo sobre la capacidad del público de vigilar independientemente y ver lo que hace el gobierno”.
En el comunicado, la presidenta de la SIP, Elizabeth Ballantine, expresa que “tal como venimos sosteniendo en nuestros informes sobre libertad de prensa en EE.UU. de los últimos cinco años, nos preocupa la falta de apertura y transparencia informativa de la Casa Blanca”.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, calificó de lamentable tal actitud, que “está extendida por algunos países de América Latina y el Caribe anglosajón, donde se observa que muchos presidentes y líderes políticos prefieren el discurso y los actos oficiales como modo de comunicación con el pueblo”.
Según Paolillo, también director del semanario uruguayo Búsqueda, se “confunde propaganda con información, ya que sin la intervención de los periodistas encargados de preguntar, cuestionar y fiscalizar, los gobernantes tienden a decir solo lo que les conviene, limitando el derecho del público a estar debidamente informado”.