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EE.UU.: la Plataforma Republicana y A. Latina


Según las expectativas, Mitt Romney adoptaría una política más dura con Venezuela, Cuba y sus aliados en la región.
Según las expectativas, Mitt Romney adoptaría una política más dura con Venezuela, Cuba y sus aliados en la región.

Un cambio de postura respecto a Venezuela y Cuba, y sus aliados en el área, estaría en la mira de los republicanos si su candidato a la presidencia Mitt Romney llega a la Casa Blanca.

Las plataforma política aprobada en la Convención Nacional Republicana recién concluida en Tampa, Florida, postula en su aparatado titulado "Fortaleciendo lazos en las Américas” que los líderes del partido apoyan resueltamente las verdaderas democracias de la región y se oponen al narcotráfico y a la subversión promovida por regímenes marxistas.

El documento que, de resultar ganador en las elecciones de noviembre el candidato a la presidencia Mitt Romney oficiaría más como pauta que como programa político de pormenorizado cumplimiento, deja no obstante en claro que un nuevo gobierno republicano ofrecería resistencia “a la influencia extranjera en nuestro hemisferio”.

Desde el primer momento, la plataforma define que los republicanos son “el partido de la paz mediante la fuerza” y reprocha al gobierno del presidente Barack Obama haber dado la espalda a Latinoamérica y permitido que el gobierno de Venezuela se haya convertido en una “amenaza creciente” para la seguridad de EE.UU. en el hemisferio.

“En vez de apoyar a nuestros aliados democráticos en la región, el presidente ha priorizado el acercamiento con nuestros enemigos”, señala, y hace especial mención al caso de Venezuela, que en los últimos tres años se ha convertido—dice—: “en un estado narcoterrorista, transformándose en una avanzada iraní en Hemisferio Occidental”.

Sin mencionar por su nombre al presidente Hugo Chávez, el documento apunta que “el régimen actual concede pasaportes o visas venezolanas a miles de terroristas del Oriente Medio, ofreciendo así un refugio seguro a los entrenadores, operativos, reclutadores y recaudadores de fondos de Hezbola”, grupo terrorista islámico radicado en el Líbano y respaldado por los iraníes.

La plataforma también destaca que “la guerra contra las drogas y contra el terror” se han convertido en un mismo empeño en la región, en una clara alusión a la cruenta batalla que se libra en México contra el crimen organizado, y en Colombia contra la guerrilla de las FARC, grupo terrorista que presuntamente ha contado con anuencia y ayuda de autoridades venezolanas.

El documento resalta además el carácter “anacrónico” del régimen en Cuba, reafirma su solidaridad con el pueblo de la isla, y dice oponerse a “cualquier sucesión de poder dinástica de la familia Castro”. En adición reitera entre las condiciones para suprimir el embargo comercial a La Habana, “la legalización de partidos políticos y medios (de prensa) independientes, además de elecciones libres y justas con supervisión internacional”.

Aunque en la Convención la mayor parte de los discursos estuvieron centrados en asuntos de política interna, con predominio de los temas económicos, no faltaron las alusiones respecto a Venezuela y Cuba. La exsecretaria de Estado Condoleezza Rice, por ejemplo, mencionó a “los defensores de la democracia en Venezuela”, y el senador Marco Rubio, hizo un aparte en sus palabras para referirse a la isla.

“Antes de empezar, en una noche tan importante para nuestro país, —dijo— quiero con su permiso dedicar solo unos segundos para hablar de otro país, a pocos cientos de millas de nuestra costa, donde nacieron mis padres. Alli no hay libertad y esta noche pido que oren para que Cuba también goce pronto de libertad”.

De la misma manera, al principio de su discurso el propio candidato presidencial Romney aludió a Cuba al recordar la existencia de un pueblo que vive oprimido a escasa distancia del territorio estadounidense, y más adelante al criticar la política exterior de Obama por las concesiones que según los republicanos la Casa Blanca ha hecho al régimen de Fidel y Raúl Castro.

Se ha señalado que el compañero de fórmula de Romney, el candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan, en el pasado votó repetidamente como congresista a favor de suprimir el embargo comercial de Washington al gobierno de La Habana.

Pero según el también congresista republicano Mario Díaz-Balart, Ryan ha cambiado de opinión últimamente porque ha tenido oportunidad de conocer a fondo la realidad que existe en la isla. A juicio de Díaz-Balart, un gobierno de Romney- Ryan no adoptaría una política de medias tintas ni con Caracas ni con La Habana.
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