La decisión se corresponde con la intención del gobierno del presidente Barack Obama de cerrar la cárcel y sería la primera transferencia de prisioneros que se lleva a cabo en casi un año.
Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, dijo que el paso ha sido consultado con el Congreso y que se haría sin poner en peligro la seguridad nacional.
Carney reiteró que el gobierno está decidido a clausurar la prisión y dijo que la Casa Blanca aspira a que el Congreso se una a ese esfuerzo levantando las actuales restricciones que limitan las transferencias de detenidos que incluso ya fueron aprobadas.
El Pentágono mantiene cautivos en la base desde hace más de una década a sospechosos de terrorismo, que en la actualidad suman 166, algunos de los cuales podían haber sido liberados desde hace años.
Pero el Congreso ha impuesto prohibiciones a la transferencia de algunos prisioneros a sus países de origen y a que otros sean traídos a cárceles en EE.UU.