El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, dijo en conferencia de prensa que esta iniciativa permite a las personas "devolver esas pistolas, esos rifles de asalto que ya no necesitan o no usan".
"Devuélvanlos para que podamos destruirlos y asegurarnos de que no son robados ni usados en un crimen", afirmó Villaraigosa, que aseguró que el adelantamiento de la fecha tiene como objetivo facilitar que los ciudadanos lleven a cabo una "acción concreta" tras la tragedia de Newtown.
"Lo que queremos es que estas armas no vayan a caer en manos de un criminal o de un niño curioso que encuentre el arma en la casa y crea que sabe cómo manejarla", declaró en entrevista el sargento Frank Preciado, del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés).
Durante la jornada, promovida por LAPD y el Programa de Reducción de Pandillas y Desarrollo Juvenil de la Alcaldía, se han acercado personas que entregaban sus armas descargadas sin que se les exigiese identificación.
A cambio de las armas, el Departamento de Policía da $100 dólares por pistola, revólver, rifle o escopeta y $200 por rifles de asalto y otras armas de venta prohibida en tarjetas de compras de una cadena de supermercados del sur de California.