"Su equipo médico le dijo que está teniendo buenos progresos en todos los frentes y que confían en que tendrá una recuperación completa", dijo Philippe Reines, vocero del Departamento de Estado en un comunicado.
"Está impaciente por volver a la oficina", agregó.
La secretaria Clinton abandonó el hospital caminando por sí sola y de anteojos oscuros, junto a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, su hija Chelsea y un asesor, pero regresó a los 15 minutos. Posteriormente recibió el alta.
El Departamento de Estado no explicó a dónde se dirigió Clinton, de 65 años.
Pese a que los médicos le habían recomendado reposo absoluto, y por esa razón no había sido vista en público desde el 7 de diciembre cuando sufrió una conmoción cerebral, una portavoz del Departamento de Estado dijo que Clinton había estado hablando por teléfono con su personal y recibiendo documentos.
Clinton también habló con dos funcionarios extranjeros -el enviado de la ONU a Siria y el primer ministro de Qatar- el sábado, un día antes de que el Departamento de Estado divulgara la existencia del coágulo y su ingreso en un hospital de Nueva York.
"Ha estado bastante activa en el teléfono con el personal y viendo documentos, etc", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en una sesión informativa diaria.