Seis oficiales de policía estadounidenses fueron baleados en tres incidentes en todo el país el viernes por la noche en los estados de Florida y Pennsylvania, cobrando la vida de un oficial y hiriendo a otros tres.
En la ciudad de Kissimmee, Florida, el agente Matthew Baxter murió y otro resultó gravemente herido al responder a un reporte de personas sospechosas, dijo el jefe de la policía de Kissimmee, Jeff O'Dell, en una conferencia de prensa el sábado.
El Departamento de Policía de Kissimmee cita en su cuenta de Twitter a O'Dell diciendo: "Parece que puede haber sido una emboscada".
El presidente Donald Trump, en unas vacaciones de trabajo en su Bedminister, Nueva Jersey, tuiteó sus condolencias al Departamento de Policía de Kissimmee el sábado por la mañana.
"Mis pensamientos y oraciones están con la Policía @Kissimmee y sus seres queridos. ¡Estamos con ustedes!".
La policía de Kissimmee arrestó más tarde y acusó a Everett Glenn Miller de 45 años de asesinato en primer grado. El jefe O'Dell dijo que parece que Miller no tiene antecedentes penales significativos.
O'Dell dijo que otras tres personas fueron interrogadas en el tiroteo de Kissimmee y que no se esperan otros cargos.
Mientras tanto, dos oficiales recibieron disparos al responder a una llamada sobre un intento de suicidio en una casa en la ciudad de Jacksonville, en el noreste de la Florida, a unas 150 millas al norte de Kissimmee.Uno de esos oficiales está en estado crítico y el otro está en condición estable. La policía disparó y mató al sospechoso en ese tiroteo.
Entre tanto, dos oficiales de policía en el estado de Pensilvania fueron asesinados después de un incidente en una tienda en el condado de Fayette. Melinda Bondarenka, Policía Estatal de Pensilvania, dijo que ambos oficiales estaban estables y alerta.