La policía de Chicago dice que más de 40 personas fueron atacadas con arma de fuego durante el fin de semana de Navidad, y 12 murieron.
La información se conoce al tiempo que la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, en el centro-oeste del país, enfrenta una ola de violencia con un aumento del 40 por ciento en los homicidios desde el año pasado.
La violencia de los últimos días incluye un tiroteo durante una fiesta familiar de Navidad donde dos personas murieron y varias resultaron heridas.
El superintendente de policía de Chicago, Eddie Johnson, dijo a periodistas el lunes que 90 por ciento de las víctimas mortales del fin de semana tenían vínculos con pandillas, antecedentes criminales o habían sido identificados por las autoridades como potenciales delincuentes o víctimas de violencia de armas de fuego.
El jefe Johnson llamó a los políticos a fortalecer las leyes de control de armas.
"Este nivel inaceptable de violencia demuestra la clara y presente necesidad de que los que formulan políticas se reúnan en enero y proporcionen a Chicago herramientas para condenar a los culpables de violencia con armas para que podamos comenzar a cambiar esta situación", dijo.
"Si usted toma un arma y dispara a alguien, usted debe ir a la cárcel. Punto. Fin de la historia. Alguna gente quiere darles oportunidad. Yo no", agregó.
Johnson dijo que los agentes también confiscaron 45 armas de fuego de las calles de la ciudad el fin de semana, más de lo que generalmente se encuentra en un fin de semana normal.
Más de 700 homicidios han sido reportados en Chicago en lo que va del año, menos de 500 homicidios que el año pasado.
La policía dice que la mayoría de crímenes han ocurrido en vecindarios del sur y occidente de la ciudad. Aunque las tasas de criminalidad en Chicago y el resto de Estados Unidos están muy por debajo de las de 1990 y 1995, los homicidios comenzaron a aumentar en muchas ciudades grandes del país el año pasado.
