Ahmadinejad fue recibido por el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en la Base Aérea Simón Bolívar de la ciudad de Guayaquil, donde se le rindieron honores militares para luego trasladarlo a Quito, la capital de Ecuador, donde lo esperaba el presidente Rafael Correa.
Aproximadamente una hora después, el mandatario iraní tuvo una multitudinaria bienvenida en el palacio presidencial de Quito, donde se desplegó una gran bandera iraní para recibirlo.
El mandatario de la república islámica agradeció el recibimiento, “cariño y solidaridad” del pueblo ecuatoriano y afirmó sentirse honrado de encontrarse con “un presidente revolucionario, hermano amigo y solidario”.
En su discurso, antes de un almuerzo que tiene a esta hora con el presidente correa y su gabinete de gobierno, el mandatario iraní reiteró que la era del imperialismo estaba en decadencia y que comenzaba la era de los pueblos donde se construiría un mundo carente de “cualquier tipo de tiranía y opresión”.
"Las masas de los pueblos revolucionarios están despiertas en todo el mundo y estamos juntos en este camino para construir un mundo más hermoso”, dijo.
Ecuador es la cuarta parada del mandatario iraní en su gira para fortalecer relaciones con sus aliados en Latinoamérica en medio de las tensiones generadas por su programa nuclear de enriquecimiento de uranio, lo cual le ha significado diferentes tipos de bloqueos con las potencias de occidente.
En los hechos más recientes, Japón se unió a los bloqueos anunciando que disminuirá sus importaciones de petróleo como medida para que Irán desista de su programa nuclear.
Se espera que Ahmadinejad y Correa firmen cerca de 30 acuerdos comerciales y de cooperación en una reunión privada que sostendrán esta tarde.
