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La diabetes tipo I


Las personas con diabetes tipo I deben medirse los niveles de azúcar en la sangre varias veces al día.
Las personas con diabetes tipo I deben medirse los niveles de azúcar en la sangre varias veces al día.

La diabetes tipo I es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero con un tratamiento adecuado puede ser controlada.

La diabetes es una enfermedad crónica de la que mucho se escucha, pero poco se profundiza. Hace falta más que un conocimiento superficial de esta dolencia para entender cómo afecta a las personas que la padecen –más de 220 millones en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los diabéticos y familiares entrevistados para este especial insisten en que es importante que toda la población –no sólo los diabéticos- se informen. Así sabrán cómo prevenir la enfermedad o actuar ante eventuales síntomas.

Pues bien. Hay tres tipos de diabetes: tipo I, tipo II y la diabetes gestacional. En este caso, se hablará sobre la diabetes tipo I, que se “caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona”, según la OMS. También es llamada diabetes “insulinodependiente”, “juvenil” o “de inicio en la infancia”, porque suele manifestarse una etapa temprana de la vida, aunque no siempre esto es así.

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Primero, es importante entender qué funciones del cuerpo son afectadas por esta enfermedad. Una de ellas es la producción de insulina, una hormona producida por el páncreas. La función principal de la insulina es llevar la glucosa –un azúcar que sirve como fuente de energía para el cuerpo- del torrente sanguíneo a las células hepáticas, los músculos y la grasa, según explica NIH MedlinePlus Salud, una revista de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.

Pero en la diabetes tipo I, el páncreas no produce o produce poca insulina. Y sin esta hormona, la glucosa no puede llegar hasta las células y queda retenida en el flujo sanguíneo, lo cual altera los niveles de azúcar en sangre. El diabético tipo I debe inyectarse diariamente insulina para regular esos niveles. De lo contrario, con el tiempo, puede sufrir daños en el corazón, los vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios, según la OMS.

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo I. Lo cierto es que este tipo de diabetes no se puede prevenir y es difícil saber quién padecerá o no de esta dolencia. Hay varios síntomas que se manifiestan –de forma gradual o súbita- y es importante saber reconocerlos para comenzar el tratamiento lo antes posible. La OMS enumera algunos: la persona orina con frecuencia, tiene sed y hambre constante, pierde peso, sufre de trastorno visuales y se siente inusualmente cansado.

La buena noticia es que el tratamiento controla los síntomas de diabetes y reduce el riesgo de problemas a largo plazo, explica la página web Kidshealth.org. Al ser una afección crónica que no tiene cura, los cuidados son para toda la vida. Las personas con diabetes tipo I deben medirse los niveles de azúcar en la sangre varias veces al día, administrarse insulina, llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio para regular los niveles de azúcar en la sangre y siempre trabajar de cerca con el médico, según Kidshealth.org.

Y tal como dijeron varias personas consultadas para este especial, también es conveniente unirse a grupos de apoyo para compartir vivencias e información (aunque ésta siempre debe ser respaldada por el médico). La contención emocional –además del tratamiento- ayudará a la persona a sobrellevar la diabetes. Es un desafío, pero no es imposible ni mucho menos llevar una vida larga y saludable.

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