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El arte de criar a 12 hijos


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María Peralta tuvo su primer hijo a los 17 años de edad. A los 37 dio por finalizado su trabajo al dar a luz a su hijo número 12, un varón.

Exactamente el sueño de su esposo. Un contador de profesión quien fue hijo único y “quería tener una gran familia”. Luego de casi 20 años, lo consiguió.

Desde entonces mamá Toya, como su familia le llama a Peralta, ha dedicado toda su vida a lo que mejor sabe hacer: ser madre.

Un trabajo que esta salvadoreña asegura es muy gratificante, aunque en ocasiones doloroso. Peralta se quedó viuda desde hace 30 años, cuando el último de sus hijos llegaba apenas a las 12 primaveras.

A finales del año pasado mamá Toya atravesó por otro momento difícil. Uno de sus diez hijos varones falleció en Ohio, estado en donde residía, debido a una enfermedad terminal.

A sus 79 años de edad y con muchos años de experiencia, esta hispana asegura que en la actualidad la tarea de ser madre tiene dificultades diferentes a las de su época.

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“Ahora la mujer tiene que salir a trabajar, porque al esposo no le alcanza solo. A los hombres de antes no les gustaba que la mujer trabajara para que cuidaran de los hijos”, analizó mamá Toya, quien es residente estadounidense desde hace 27 años.

Otra diferencia que esta madre encuentra es “que los niños de ahora nacen con mucha energía, súper dotados. Eso cansa más. Mis hijos eran tranquilos y al que se portaba mal se le daba una nalgada y entendía”.

No obstante, la paciencia es una cualidad que no debería faltar en ninguna mujer con hijos. Mamá Toya recuerda que junto a su esposo, tuvieron el aguante necesario para comprender las necesidades de cada una de sus criaturas.

“El (su esposo) llegaba cansado de trabajar, pero siempre saludaba a cada uno de nuestros hijos. No protestaba si llegaba uno y se le tiraba en la cama”, recordó Peralta.

Debido a las tantas ocupaciones actuales, mamá Toya opina que “las madres de hoy se alteran muy rápido”, aunque la ayuda de un buen esposo es fundamental.

“Los esposos de ahora no echan de ver que la mamá desde que amanece prepara la pacha del niño, cambia pañales, limpia la casa… que conste que antes no habían ‘pampers’, uno amanecía lavando muchísima ropa ¡a mano!”, relató.

Luego de 60 años de ser madre, mamá Toya encuentra mil razones para estar satisfecha con su labor. Todos sus hijos lograron obtener algún tipo de estudios. Entre ellos hay doctores, administradores, técnicos y hasta un chef.

Ser madre le dio a mamá Toya la felicidad que ahora comparte con sus 39 nietos, 18 bisnietos y los 11 hijos que le quedan.

Escribe desde Washington, Gesell Tobías para la Voz de América.
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