La agencia cultural de Naciones Unidas, conocida como UNESCO, declaró que la destrucción de antigüedades o sitios históricos, debería ser tratado como un crimen de guerra.
“Los ataques intencionales a edificios a la religión, la educación, el arte, la ciencia o propósitos benéficos, así como a monumentos históricos, pueden equivaler a crímenes de guerra”, decretó el comité en una resolución.
La UNESCO manifestó "profunda preocupación" por los tesoros arqueológicos en manos del grupo extremista Estado Islámico, como la antigua ciudad de Hatra en Irak y la ciudad de Palmira en Siria.
El organismo internacional, lamentó que la Corte Internacional Penal sea incapaz de actuar ya que, ninguno de los dos países es miembro de la corte y los sospechosos no poseen rango para ser procesados.
La UNESCO también reconoció que otros sitios como, Afganistán, Irak, Libia, Mali, Siria y Yemen han sido saqueados y excavados ilegalmente y agregó que territorios en Níger, Congo, República Centroafricana y Costa de Marfil serán también afectados.