El Departamento de Seguridad Nacional dijo el martes que el número de personas aprehendidas tratando de cruzar la frontera desde México cayó un 36% entre diciembre y enero, su nivel más bajo en un año.
Hubo 23.767 de aprehensiones totales en enero, comparadas con más de 37.000 en diciembre. El DHS dice que las cifras son una indicación del número total de intentos de entrar al país ilegalmente.
Al comienzo de enero, las autoridades arrestaron a 121 personas en la primera de una nueva serie de redadas que tuvieron como objetivo familias que habían entrado ilegalmente a EE.UU.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, no relacionó los arrestos con la disminución de aprehensiones en la frontera, pero reiteró su defensa a la política anunciada en noviembre.
Dijo que la disminución es "alentadora", aunque señaló que el gobierno no puede reducir sus operaciones de seguridad en la frontera.
"Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal", dijo Johnson. "Si alguien es aprehendido en la frontera, ha recibido la orden de deportación de una corte de inmigración, no tiene ninguna apelación pendiente, y no califica para asilo u otra forma de ayuda según nuestras leyes, él o ella debe ser enviado de regreso".
La Unión de Libertades civiles criticó las deportaciones realizadas en enero, las cuales calificó de "tácticas de miedo" para desincentivar a las familias que huyen desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
