El atractivo y afamado cálido clima de las playas californianas dónde se practica el surf se ha convertido en un atractivo meramente visual.
"Los bañistas no saben lo que el agua contiene", declara Angelo Bellomo, un portavoz del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
Bellomo explicó que al haber un flujo constante de escorrentía en el desagüe de la ciudad al mar, ésta transporta bacterias tanto de desecho animal como humano y se avisa a los nadadores no visitar las playas durante días en que se libera esa corriente.
Una de las playas más visitadas y más contaminadas en California es la de Santa Mónica.
Funcionarios públicos utilizan un sistema de monitoreo con una prueba de laboratorio, pero ésta sólo detecta las bacterias en el agua, pero no especifica su contenido.
El resultado final toma de 18 a 24 horas, y ha sido tachado de “algo ridículo” por organizaciones defensoras del medio ambiente como Heal the Bay.
Sin embargo, investigadores en California han desarrollado un sistema que acelera el proceso de espera, “el resultado puede ser producido en 15 minutos".
Con ayuda computarizada, ahora los investigadores son capaces de recurrir a una base de datos que predice resultados loables sobre la calidad del agua ese mismo día. “Nowcasting” es el nombre del programa que promete ser más rápido y efectivo al actual.
Las ciudades de Hong Kong, en China, y en Ohio, Estados Unidos, ya cuentan con sistemas similares.
Expertos estadounidenses en la costa oeste pronostican que este sistema podría llegar a ser la mejor de las herramientas, mientras esperan que con la ayuda de la tecnología se desarrolle algo mejor para examinar los niveles de contaminación en el agua.
