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Posturas divididas en la OEA sobre informe electoral de Bolivia


La discusión de la OEA sobre Bolivia el 23 de octubre de 2019 fue solicitada por varios miembros permanentes de la organización.
La discusión de la OEA sobre Bolivia el 23 de octubre de 2019 fue solicitada por varios miembros permanentes de la organización.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) discutió el miércoles en su sede en Washington las acciones violentas desatadas en Bolivia después de las elecciones presidenciales del domingo.

El actual presidente de Bolivia, Evo Morales, que busca su cuarta reelección, se declaró nuevamente ganador de los comicios después de conteos contradictorios anunciados por el Tribunal Supremo Electoral.

La sesión, que se realizó a pedido de las misiones permanentes de Estados Unidos, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica y Venezuela, busca establecer una postura sobre las acciones que han sido catalogadas por algunos como un fraude.

Después de la lectura del informe presentado por los observadores de la OEA, los embajadores representantes ante el consejo permanente comentaron sobre la actual situación en el país del Sur.

El embajador de Estados Unidos, Carlos Trujillo, dijo que como país apoyan el informe que los delegados de la OEA presentaron tras los comicios y que es importante vigilar de cerca el desarrollo de los eventos, y agregó que estas acciones, suspender el conteo de votos, fue porque el partido del presidente Morales no iba ganando.

Ya antes de que se diera esta sesión, Trujillo había publicado en su cuenta de Twitter que era importante analizar lo que ha pasado.

El representante del gobierno de disputa de Venezuela, Gustavo Tarre Briceño, leyó un comunicado enviado por el candidato presidencial Carlos Mesa, en el que expone su postura ante los eventos sucedidos tras el conteo de los votos y que causó las protesta y disturbios en Bolivia.

"Estas acciones del TSE están generando un estado de convulsión en mi país porque el ciudadano percibe una maniobra de fraude, para evitar la realización de la segunda vuelta impidiendo elegir el próximo presidente de Bolivia", reza en parte el documento que fue enviado por el candidato.

Por su parte, la representante de Nicaragua, Ruth Tapia, dijo tajantemente que "no es competencia de la OEA intervenir en asuntos internos de países soberanos, sobre todo cuando Bolivia no es parte de este organismo", por lo que su país se opone a cualquier tipo de injerencia.

La embajadora de México, Luz Elena Baños, dijo que el informe presentado por la OEA debió esperar el conteo completo de las actas electorales por lo que criticó el pronunciamiento y recordó representan a un organismo imparcial y pide mayor prudencia porque este tipo de hechos debilita y fractura esa organización.

Por su parte, el representante de Bolivia pidió que se esperara a la comparecencia del canciller de su país quien daría una explicación más amplia sobre los resultados electorales, y agregó que una de las razones por las que se paró el conteo de votos fue porque de las regiones rurales es difícil llevar todas las urnas para el conteo final y total.

Para los observadores de la OEA, existen razones suficientes para sugerir una segunda vuelta en las elecciones bolivianas, entre esas, la polarización política, desconfianza en el proceso de conteo de votos y la poca trasparencia entre otros.

Gerardo de Icaza, director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de este organismo, expuso en la sesión que la escasa diferencia de puntos entre ambos contendientes, así como la reciente renuncia del vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, debilita la institucionalidad y pone en duda la legitimidad de los comicios.

Mientras tanto, en las afueras de la sede de la OEA, un grupo de bolivianos protestaba por lo que llamaban robo electoral y criticaban la poca acción de este organismo sobre lo acontecido en Bolivia.

(Colaboración: Waldo Serrano)

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