Una misión de las Naciones Unidas comenzó el lunes un monitoreo del cese al fuego y hostilidades en Colombia, que se prolongará hasta que el gobierno y la guerrilla de las FARC logren un nuevo acuerdo de paz.
El mandatario colombiano Juan Manuel Santos, a través de su cuenta en Twitter, saludó el lunes el inicio del "mecanismo de verificación de cese al fuego", y expresó su deseo que no se produzcan más víctimas. Resaltó que la misión es un paso importante para consolidar la paz en el país.
La misión no tiene fecha límite como parte de un cese al fuego bilateral acordado en agosto, explicó la semana pasada el general argentino Javier Pérez Aquino, jefe de la misión de la ONU en Colombia que coordina el mecanismo tripartito encargado de garantizar la medida y compuesto también por el Ejército y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El protocolo sustituye los puntos del acuerdo de paz que preveían la concentración de la guerrilla para su desarme y el paso a la legalidad y que fuera rechazado en un plebiscito el 2 de octubre.
En una primera etapa, el mecanismo supervisará unos "puntos de reagrupación temporales" delimitados donde permanecerá la guerrilla para evitar incidentes hasta que se cierren las nuevas negociaciones, se informó.
El inicio del monitoreo comenzó en momentos que los negociadores del gobierno y las FARC están reunidos en La Habana para someter a revisión decenas de nuevas sugerencias para ajustar y aprobar un nuevo acuerdo de paz lo más pronto posible.
Los temas fueron sugeridos por los promotores del "No", que salieron victoriosos en el plebiscito.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el pasado 31 de octubre la permanencia de la misión internacional en el país, a petición del gobierno y las FARC para mantener el cese al fuego.
Se espera que el mecanismo esté funcionando en su totalidad en enero, con unos 400 funcionarios de Naciones Unidas, asistidos por un equipo del gobierno y al menos 300 guerrilleros.
El mandatario colombiano fijó el 31 de diciembre como fecha límite del cese al fuego, que calificó recientemente de "frágil", aunque admitió que podía extenderse si las negociaciones siguen en marcha.
