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¿Cómo afrontar el aislamiento social durante el brote del coronavirus?


La psicóloga clínica Vivian González ha impulsado un servicio de "teleterapia" para que sus clientes puedan hacer consulta a través de la computadora o del teléfono celular, sin necesidad de estar presentes físicamente.
La psicóloga clínica Vivian González ha impulsado un servicio de "teleterapia" para que sus clientes puedan hacer consulta a través de la computadora o del teléfono celular, sin necesidad de estar presentes físicamente.

La propagación del brote del coronavirus está impulsando medidas sin precedentes en la historia moderna. El presidente Donald Trump ya pidió a la población evitar las reuniones con más de 10 personas, tal y como recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

En muchas ciudades del país ya se están estableciendo normativas temporales que obligan a ciertos comercios a cerrar antes de tiempo o a implantar un toque de queda para evitar grandes flujos de personas, sobretodo en zonas turísticas.

Los profesionales de la salud están pidiendo a la población respetar una cuarentena de 14 días en casa y evitar el contacto social físico con otras personas. ¿La razón?. Cortar de raíz la propagación del COVID-19.

Desde hace unos días, algunos estadounidenses están en completo “aislamiento social”, una situación que puede tener algunas consecuencias en el futuro.

Síntomas: depresión, tristeza y ansiedad

La psicóloga clínica Vivian González, que tiene su consulta en la ciudad de Miami (Florida), está convencida de que va a haber un aumento de los cambios en los estados anímicos de aquellos que se vean afectados por el aislamiento social, lo que puede desencadenar, según dice, en “depresión, tristeza, problemas de sueño o ansiedad ante lo inesperado o por no saber cuándo (la cuarentena) pueda terminar”.

“El aislamiento social puede provocar una sensación de falta de recursos: si el individuo se mantiene en casa y no es capaz ni tan siquiera de salir a tomar la luz del sol, evidentemente, también el sistema inmune puede quedar afectado también”, advierte.

Sin embargo, afirma, no hay una regla universal que pueda seguir la población ante una situación de estas características. “Todo depende del tipo de personalidad que el individuo tenga”, indica.

Herramientas para manejar el aislamiento

Otros “factores importantes” son, según dice, las “herramientas para manejar el aislamiento, el equipo de apoyo que pueda tener a su alrededor y si sus familiares están al tanto o no de ellos vía telefónica o a través de la tecnología moderna”.

El presidente Donald Trump dijo que esta situación podría durar unas dos semanas, pero muchos expertos sanitarios aseguran que la cuarentena podría obligar a muchos a permanecer encerrados en casa durante cuatro semanas o más.

“Todo esto puede llegar a provocar hasta un estrés postraumático. O sea que la sintomatología puede ser más severa”, afirma al tiempo que recuerda que “hay estudios que dicen que a mayor grado de aislamiento, mayor nivel de agresividad y de hipersensiblidad a estímulos que son amenazantes”.

"No desesperarse"

Con todo, destaca que es necesario “no desesperarse” y enfocarse en los “aspectos positivos” de este “encierro sanitario”.

Anima a la gente a “concentrarnos más en el bienestar, primero de nuestra familia, también del prójimo, estar más atentos a sus necesidades”.

“Lo que tenemos que dar es apoyo emocional para que el individuo, aunque haya un aislamiento físico, no se sienta separado y marginado”, subraya.

Otra recomendación de la doctora Vivian González, que lleva más de 20 años dedicada a la psicología clínica, es marcar una rutina. “Hay que establecer un horario, dedicar ciertas horas a leer, otras a cocinar, otras a concentrarnos en el área espiritual, etc.”, explicó.

Las secuelas

En esa línea, está convencida de que esta situación de aislamiento social “puede dejar secuelas en forma de depresión, ansiedad y tono del sueño”.

Ella, que se declara una apasionada de la psicología clínica, no quiere dejar de trabajar en estos momentos tan difíciles para muchos. Por eso ha implantado un sistema de “teleterapia” que permite a los pacientes establecer consultas a través de la computadora o del teléfono celular.

“Es una terapia totalmente privada. Es una plataforma que sigue los estándares establecidos por Estados Unidos para garantizar la confidencialidad del cliente”, detalla.

Una situación sin precedentes

Confiesa que nunca ha visto algo así en su vida y que esta crisis sanitaria “no tiene precedentes”. “Como ser humano, hay que ser resistentes y tener la capacidad para adaptarnos a nuevas circunstancias. Estamos equipados para poderlo hacer, lo importante es que sepamos que tenemos esa fortaleza”, finaliza.

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