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Lucha interna en la Casa Blanca pasa a las vulgaridades


Cuando el presidente contrató a Anthony Scaramucci hace menos de una semana, lo hizo contra los deseos de Reince Priebus y otros altos funcionarios, entre ellos su asesor íntimo Steve Bannon.
Cuando el presidente contrató a Anthony Scaramucci hace menos de una semana, lo hizo contra los deseos de Reince Priebus y otros altos funcionarios, entre ellos su asesor íntimo Steve Bannon.

El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, agravó el jueves su lucha contra el jefe de gabinete, Reince Priebus, acusándole, primero, de ser uno de los principales filtradores de documentos a la prensa, y luego, tildándole de ser un “esquizofrénico paranoico de m..”.

“El pescado huele a podrido de la cabeza para abajo”, dijo en una repentina llamada matutina con CNN que según él fue autorizada por el presidente Donald Trump, su jefe inmediato, y que tenía la intención de denunciar la “filtración” ilegal a la prensa de un documento con información financiera suya, que en realidad ya era de conocimiento público.

En su llamada a CNN, Scaramucci retó a Priebus a dar un paso al frente y decir públicamente que no es el filtrador.

Para la tarde del mismo jueves, el tono subió considerablemente en otra entrevista con la revista The New Yorker; allí no solo insultó a Priebus, sino que también vaticinó que al expresidente del Partido Republicano “pronto se le pedirá la renuncia”.

La ira de Scaramucci contra Priebus viene desde antes de llegar a la Casa Blanca. Scaramucci vendió su empresa, el fondo de inversiones SkyBridge Capital, creyendo que obtendría un puesto en la Casa Blanca, pero aparentemente fue bloqueado por Priebus y terminó con un puesto menor en el Export-Import Bank.

Así que cuando el presidente contrató a Scaramucci hace menos de una semana, lo hizo contra los deseos de Priebus y otros altos funcionarios, entre ellos su asesor íntimo Steve Bannon.

Su arribo fue el primero de una serie de fichas de dominó que al caer parecen apuntar a Priebus, quien el miércoles aseguró que no se iba.

El secretario de prensa Sean Spicer, estrecho aliado de Priebus, renunció hace una semana. Luego Scaramucci obligó a otro aliado de Priebus a renunciar.

Caín y Abel

Scaramucci ha comparado su relación con Priebus como la de hermanos que se “tratan con dureza”, como Caín y Abel. Uno de los hermanos bíblicos mató al otro.

“No sé si esto es reparable o no, depende del presidente”, dijo Scaramucci acerca de sus diferencias con Priebus.

Todo esto parece presagiar una etapa nueva y aún más inestable en la incipiente presidencia de Trump en la que se invierten muchas energías en las intrigas palaciegas y las disputas internas por el poder. Mientras tanto, los legisladores republicanos no logran llevar adelante los planes del gobierno y los investigadores indagan en las presuntas relaciones entre la campaña de Trump y la injerencia de Rusia en las elecciones del año pasado.

Scaramucci tuiteó que alguien había filtrado ilegalmente información financiera sobre él, mencionando de manera conspicua el nombre de usuario de Priebus en Twitter. Posteriormente eliminó el tuit y dijo que solo mencionó a Priebus para demostrar que todos los altos funcionarios se toman el asunto de la filtración en serio.

“A la luz de la filtración de mi declaración financiera lo que es delito, contactaré @FBI y a @JusticeDept #swamp @Reince45”, escribió en el tuit que luego fue borrado.

En realidad no hubo filtración. Pasó al dominio público por pedido de un periodista de la publicación Politico. Aunque es nuevo en la Casa Blanca, Scaramucci era empleado jerárquico del Export-Import Bank desde el 19 de junio. Pasados 30 días, los formularios de bienes financieros de los altos funcionarios están a disposición de quien los solicite.

Cuando CNN informaba sobre el episodio, entró la llamada de Scaramucci, en una actitud típica de Trump.

“Les puedo nombrar a dos pescados que no huelen a podrido, somos yo y el presidente”, declaró Scaramucci. “No me gusta la actividad que se desarrolla en la Casa Blanca. No me gusta lo que le hacen a mi amigo”.

En otro tramo de la entrevista, Scaramucci se dirigió directamente a Priebus.

“Si Reince quiere explicar que no es un filtrador, que lo haga”, dijo Scaramucci, y añadió: “Puedo justificar mis propios actos. Él deberá justificar sus propios actos”.

Lenguaje "florido"

A The New Yorker, Scaramucci le dijo en referencia a sí mismo: “O.K., ‘el Mooch' apareció hace una semana. Esto se va a limpiar dentro de poco… Lo que quiero hacer es mandar a la m… a todos los filtradores y quiero que la agenda del presidente pueda ser retomada para el éxito del pueblo estadounidense”.

Tras la publicación del artículo en The New Yorker, Scaramucci desestimó la contraversia con otro tuit: “Algunas veces uso lenguaje florido. Me voy a abstener en esta areno pero no voy a renunciar a la lucha apasionada por la agenda de @realDonaldTrump. #MAGA”.

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