La Casa Blanca postergó el martes por segunda vez una reunión para debatir si Estados Unidos debería retirarse del acuerdo internacional de París sobre cambio climático, firmado bajo la presidencia de Barack Obama.
La presidencia avisó la tarde del lunes que el encuentro había sido reprogramado. Es la segunda vez que esto ocurre.
Cuando era candidato, Donald Trump prometió renegociar el acuerdo alcanzado por 196 naciones, pero desde que llegó a la presidencia ha vacilado en el tema.
De acuerdo a sus asesores, el presidente no ha decidido todavía si honrar el acuerdo para para reducir las emisiones de gases que atrapan el calor en la atmósfera y cumplir la promesa de reducir la contaminación en Estados Unidos en la próxima década.
Estados Unidos es el segundo mayor contaminante del mundo, detrás de China, por lo que renunciar al acuerdo limitaría severamente el impacto global del Acuerdo. Obama y el presidente chino Xi Jinping fueron clave para alanzar el acuerdo.
Sus principales asesores están divididos sobre qué hacer con el acuerdo.
El secretario de Estado Rex Tillerson, ex ejecutivo de la empresa petrolera Exxon, dijo en la audiencia para su confirmación en el Senado en enero que favorece mantener el acuerdo. Pero Scott Pruitt, jefe de la Agencia de Protección Ambiental, dijo que el pacto de París “es un acuerdo perjudicial para Estados Unidos” y que causará la pérdida de empleos.
Ivanka Trump, quien trabaja como asesora de su padre, se reunirá el martes de manera separada con Pruitt y con la senadora republicana de Alaska Lisa Murkowski, dijeron fuentes oficiales.
El acuerdo de París, nunca fue ratificado por el Senado estadounidense debido a la férrea oposición de los republicanos. Por lo tanto no es un tratado vinculante y Estados Unidos puede retirarse sin sufrir penalidad alguna.
Mientras aumentan las conjeturas sobre qué medida tomará Trump en torno al acuerdo, Tillerson se dispone a viajar a Alaska para una reunión del Consejo del Ártico sobre asuntos relacionados con la región ártica, en medio de temores de otros países de que la administración Trump perjudicará los intentos mundiales de lidiar con el cambio climático en esa zona, donde el aumento de las temperaturas están causando severas distorsiones ambientales.
David Balton, un diplomático estadounidense que trabaja en temas ambientales, dijo que “no habrá cambio” en la participación estadounidense aun si Trump decide abandonar el pacto.
“Estados Unidos seguirá cooperando en el trabajo que realice el Consejo del Ártico en todo momento”, dijo el lunes Balton.
