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La caída del pentacampeón


Uruguay celebra luego que en la tanda de penales lograran superar a Ghana y clasificar a su primera semifinal en 40 años.
Uruguay celebra luego que en la tanda de penales lograran superar a Ghana y clasificar a su primera semifinal en 40 años.

Noventa minutos entre Uruguay y Ghana que se resume en la acción de un solo jugador: A. Gyan. El ghanés quien reventó en llanto luego de pasar del cielo al infierno en un segundo.

En el último minuto del segundo tiempo extra en un partido que igualaban Uruguay y Ghana por la mínima diferencia, con goles de Muntari, por el lado africano, y Forlan por los sudamericanos, llegó la gran oportunidad para las “estrellas negras”.

Uruguay arrinconado en el fondo repelía el ataque africano y en una jugada de instantes, Adiyiah remató de cabeza en medio de un mar de cuerpos celestes y Luis Suárez, parado sobre la raya de la portería uruguaya, evitó con su mano la caída del sueño que viven más de tres millones de uruguayos.

Sin pensarlo el árbitro sacó el cartón rojo al jugador que se cubría el rostro por, en ese momento, ser el villano que dejaba en bandeja de plata la victoria al equipo ghanés.

No había tiempo para más. El gol le daría la victoria a las “estrellas negras” y mandaría a casa a la “celeste”.

A. Gyan se paró junto al balón. Frente a él, a solo 11 metros de distancia estaba Muslera, el portero uruguayo, nervioso pero atento.

Gyan disparó, Muslera se lanzó al lado derecho de su meta, pero el balón se estrelló en el larguero y el árbitro pitó el final del partido.

Ghana estuvo por segundos acariciando su boleto a semifinales, pero Gyan perdonó y dejó que la historia se impusiera en los penales.

Una historia que daba como favorita a Uruguay y así ocurrió. Con mente fría y acostumbrados a la presión, los “charrúas” finiquitaron cuatro de sus cinco disparos desde el manchón penal.

Ghana, que atendía a la tanda de los penales por primera vez en su historia pagó factura por su novatez y perdió dos de los cuatro penales que disparó.

El “loco” Abreu, fue quien con gran dulzura le dio la victoria a la “celeste”. Su disparo por el centro, sin fuerza, pero con mucha seguridad, batió fácilmente a Kingson.

Uruguay regresa a semifinales luego de 40 años de imaginárselo. África por su parte perdió a su última esperanza en Sudáfrica. Ghana quedó eliminado.

Uruguay se enfrentará a Holanda este próximo seis de julio (2010), en Ciudad del Cabo.

Brasil 1 - Holanda 2

Suerte, fortuna, el árbitro, cuál sea la razón no será suficiente para cambiar la historia.

Brasil, el equipo preferido por la mayoría de personas en el planeta entero, se despidió del Mundial de Fútbol por culpa de una “naranja” que es “mecánica”.

Holanda sacó a la luz los errores de un equipo que muchos ya coronaban en Sudáfrica. La “verdeamarela” de Dunga jugó 45 minutos espectaculares, pero se le olvidó que los partidos duran 90.

Robinho puso el primer gol para los brasileros ante una Holanda que jugaba a nada. El gol, un pase filtrado al medio que corrió Robinho para vencer a Stekelenburgo, daba la impresión de que Brasil conseguiría su boleto sin problemas a semifinales.

Fueron 45 minutos de “jogo bonito”. Una linda jugada de Robinho que descargó en Kaká pudo terminar en gol, pero Stekelenburg se estiró al máximo para evitar el segundo tanto en su portería.

Brasil lanzó un vendaval sobre la portería holandesa que simplemente contenía a como diera lugar cada ataque.

A estas alturas nadie se imaginaba que la historia tendría un final sorpresivo.

Temprano en los segundos 45 minutos Wesley Sneijder mandó un disparo largo que parecía no llevar peligro. Julio Cesar saltó para tomar el balón pero su propio compañero, Felipe Melo, se atravesó para desviar y mandar al fondo de su propia red la pelota.

La suerte prefirió ayudar esta vez a los europeos que conseguían casi sin buscarlo, el gol del empate.

Desde este momento la “naranja” prendió sus motores y se hizo “mecánica”. Brasil perdió la pelota y no conseguía llevarle balones a sus dos atacantes Robinho y Luis Fabiano.

En el minuto 68 llegó el declive de la “verdeamarela”. Un tiro de esquina iniciado por Robben llegó a la cabeza de Van Der Wiel para que extendiera a Sneijder quien llegó para batir a Julio Cesar.

Una jugada de pizarrón que se transformó en el peor castigo sufrido por Brasil en Sudáfrica. Por si fuese poco, Felipe Melo le dio un pisotón sin pelota a Robben quien la exageró para que el árbitro, muy polémico por cierto, mandara al brasilero temprano a los vestidores.

La suerte estaba echada. Brasil jugando con diez no pudo romper la zaga de la “naranja” que cerca estuvo de encontrar el tercero.

Ante la mirada incrédula de millones de fanáticos en todo el mundo, Brasil quedó eliminada del Mundial.

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