La policía de Oakland, California, utilizó Twitter para mantener a la comunidad informada sobre el tiroteo que protagonizó un ex estudiante en una universidad cristiana coreana-estadounidense, este lunes 2 de abril de 2012, en el que murieron siete personas y otras tres resultaron heridas.
El jefe de la policía de Oakland, Howard Jordan informó después de interrogar al sospechoso, que el atacante buscaba venganza contra uno de los administradores. Agregó que el sospechoso estaba agobiado por las deudas y había sido desalojado de su apartamento.
Las autoridades enviaron mensajes alertando a los ciudadanos, pidiéndoles que se mantuvieran alejados de la escena y, eventualmente, ofreciendo una descripción del sospechoso que finalmente fue capturado en un supermercado.
El sospechoso, de 43 años, es un coreano, que se rindió poco después del tiroteo.
Testigos dicen que el sospechoso disparó a una de sus víctimas en el escritorio de la recepción de la Universidad Oikos, antes de disparar dentro de varios salones de clase.
Deborah Lee, una estudiante, dice que huyó en cuanto escuchó los disparos. “La primera vez que los escuché pensé que eran fuegos artificiales o una broma, pero enseguida una mujer gritó mucho, desesperada y mi profesor salió a averiguar, entonces dijo que una mujer le dijo que alguien tenía una pistola y que corriéramos y todos en la clase salimos corriendo”.
El jefe de policía Jordan inicialmente calificó el ataque como “impactante y sin razón” y describió la situación como “extremadamente caótica”.
“Había varias personas escondidas en edificios cerrados, puertas con candado, detrás de escritorios”, dijo Jordan. “Algunas estaban heridas y tuvimos que rescatarlas. Tuvimos que ingresar por la fuerza a varios salones”.
El fundador de la Universidad Oikos, el pastor Jong Kim, dijo al diario Oakland Tribune que el atacante es un ex estudiante de enfermería y posteriormente se confirmó que el sospechoso fue expulsado de esa escuela hace unos meses.
El jefe de la policía de Oakland, Howard Jordan informó después de interrogar al sospechoso, que el atacante buscaba venganza contra uno de los administradores. Agregó que el sospechoso estaba agobiado por las deudas y había sido desalojado de su apartamento.
Las autoridades enviaron mensajes alertando a los ciudadanos, pidiéndoles que se mantuvieran alejados de la escena y, eventualmente, ofreciendo una descripción del sospechoso que finalmente fue capturado en un supermercado.
El sospechoso, de 43 años, es un coreano, que se rindió poco después del tiroteo.
Testigos dicen que el sospechoso disparó a una de sus víctimas en el escritorio de la recepción de la Universidad Oikos, antes de disparar dentro de varios salones de clase.
Deborah Lee, una estudiante, dice que huyó en cuanto escuchó los disparos. “La primera vez que los escuché pensé que eran fuegos artificiales o una broma, pero enseguida una mujer gritó mucho, desesperada y mi profesor salió a averiguar, entonces dijo que una mujer le dijo que alguien tenía una pistola y que corriéramos y todos en la clase salimos corriendo”.
El jefe de policía Jordan inicialmente calificó el ataque como “impactante y sin razón” y describió la situación como “extremadamente caótica”.
“Había varias personas escondidas en edificios cerrados, puertas con candado, detrás de escritorios”, dijo Jordan. “Algunas estaban heridas y tuvimos que rescatarlas. Tuvimos que ingresar por la fuerza a varios salones”.
El fundador de la Universidad Oikos, el pastor Jong Kim, dijo al diario Oakland Tribune que el atacante es un ex estudiante de enfermería y posteriormente se confirmó que el sospechoso fue expulsado de esa escuela hace unos meses.
