Trabajadores de rescate en el Sur de Afganistán continúan buscando entre los escombros en Kandahar, este miércoles, un día después que una poderosa bomba matara a más de 40 personas allí.
El Ministerio del Interior de Afganistán dijo que el estallido de un coche bomba hirió a por lo menos 65 personas, mató a 43 y destruyó un hotel y 12 viviendas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja indicó que uno de sus miembros se encuentra entre los muertos.
El presidente del consejo provincial, Ahmad Karzai, declaró a la Voz de América que la explosión de un camión tanque, a últimas horas del martes, rompió ventanas y puertas de residencias en un radio de medio kilómetro. Agregó que mujeres y niños quedaron enterrados entre los escombros.
Un alto funcionario presente en el lugar declaró a la Voz de América que el atentado ocurrió cerca de la Oficina de Seguridad Nacional local. Cerca también había un restaurante, una empresa de construcción japonesa que contrata a ingenieros pakistaníes y una pensión que es popular entre periodistas extranjeros.
La explosión ocurrió después de la puesta del sol, cuando los musulmanes hacen un alto a su ayuno de Ramadán. Funcionarios y testigos dijeron que el estallido fue seguido por intenso tiroteo en las calles.
El presidente afgano, Hamid Karzai condenó el ataque.
Kandahar es un baluarte insurgente del talibán, pero militantes talibanes negaron responsabilidad en el hecho.