Las tasas de interés clave fueron reducidas a niveles sin precedentes en Europa, en la lucha por reactivar las economías y sacarlas de la recesión.
El Banco de Inglaterra redujo su principal tasa de interés a 5%, el registro más bajo en 314 años.
Por su parte, el Banco Central Europeo bajó su tasa clave a 1,5%.
Ambos bancos centrales esperan que la medida ayude a facilitar el crédito, lo cual ha dificultado que los consumidores y empresas obtengan los préstamos necesarios para hacer negocios.
Las previas bajas de tasas no lograron facilitar el crédito.
El Banco de Inglaterra dio a conocer que también comenzará a imprimir dinero e inyectarlo a la economía.
Se anticipa que con este proceso, llamado “facilitación cuantitativa”, ingresen US$ 211 mil millones al mercado para estimular el crecimiento económico.