Hilda Solís, nominada por el presidente Barack Obama para encabezar el Departamento de Trabajo, fue interrogada sobre una posible deuda fiscal de su marido.
Como consecuencia, la comisión del Senado de Estados Unidos pospuso la votación de confirmación en el cargo.
Este es el caso más reciente de una serie de problemas impositivos en los que están involucrados los nominados al gabinete del presidente Obama.
La Comisión de Trabajo del Senado indicó el jueves, que la postergación permitiría a los miembros tener un tiempo adicional para revisar la documentación de la nominada.
En un artículo reciente, el diario USA Today mencionó que el esposo de Solís, Sam Sayyad, tenía unos 15 embargos preventivos del estado y del condado pendientes de pago, en contra de su empresa de reparación de automóviles.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que Solís no es parte de la compañía y que la Casa Blanca no ha planeado penalizarla por los errores de su esposo.
“Ella no es socia en ese negocio. Así que no vamos a castigarla por errores empresariales de su marido”, dijo Gibbs.
Otro vocero de la Casa Blanca, Tommy Vietor, indicó que Solís y Sayyad no tenían conocimiento de los embargos hasta que en esta semana se les preguntó sobre éstos.
Afirmó que Sayyad pagó el miércoles unos 6 mil 400 dólares al condado de Los Ángeles para arreglar los embargos.