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Lo que dijo José Miguel Vivanco


“El panorama sigue siendo grave”, respondió José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch, al hablar sobre la actual situación de Derechos Humanos en América Latina.

Estos son algunos apartes de la entrevista con la Voz de América.

“Hay casos excepcionales, como el caso de Colombia, Cuba, Haití y Venezuela, pero en general en América Latina, el tema de la seguridad pública, de las mafias, o del crimen organizado, que es una de las principales causas de violación a los Derechos Humanos en México (sigue siendo preocupante)”.

“Lo que pasa es que los países no están preparados para reaccionar ante este reto, y no hay interés por invertir en el tema de seguridad pública. Siempre se recurre a la misma policía, una policía mal capacitada, susceptible a ser corrompida por la mafia, con muchos casos de abuso de poder. Como última opción es el ejército quien sale a las calles, un ejército no acostumbrado a subordinar sus acciones a los controles civiles”.

Vivanco identificó a Colombia, por su guerra civil, y al régimen comunista en Cuba, como dos de los países en Latinoamérica en donde el respeto a los Derechos Humanos no está garantizado.

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“Hay varios tipos de violaciones como las sujetas o vinculadas a los conflictos armados internacionales o internos, como es el caso de Colombia, un país que todavía sufre un conflicto de gran violencia, en donde hay grupos irregulares como las FARC, así como grupos paramilitares vinculados al ejército, a empresarios y políticos, acostumbrados a recurrir a la brutalidad y al terror para ejercer influencias o conseguir poder. En Colombia las fuerzas militares se ven involucradas en abusos como el asesinato de civiles que son vestidos como combatientes. Se trata de gente joven, gente marginal que los hacen pasar como guerrilleros de las FARC, y que ya son más de mil casos los que hemos registrado, que son asesinados con total impunidad”.

“Colombia no es el único caso. En Cuba, las violaciones son parte de una política de Estado. Es el Estado quien dice: ‘esta entrevista se aprueba o no’, se censura como parte de la política estatal. No hay un debido proceso, no hay derechos laborales”.

“Es importante que esto se sepa, porque hay muchas personas que todavía se siente motivados por la revolución en Cuba. Yo me pregunto, ¿cuándo han oído hablar de una huelga de trabajadores en Cuba? ¿O de una negociación colectiva en donde los empleados negocien con la empresa aumentos salariales? Eso no existe en Cuba porque no hay Derechos Laborales. Aquellos que intentan ejercer esos derechos son objeto de investigaciones y condenas en las cárceles de Cuba”.

“El aparato represivo que creó Fidel, continúa intacto. A pesar de que ahora Raúl pone la cara, el hermano mayor (Fidel) está muy presente. El régimen no ha cambiado un ápice. Es más hay una práctica que se llama la “Sanción de los Socialmente Peligrosos”, y se les procesa y condena por actividades pre delictivas. Personas que aún no han cometido delitos, pero se les detiene y se les impone penas privativas a la libertad que van de un año y medio a cuatro años. Nosotros hemos podido certificar 26 o 27 casos de personas que han sido condenadas por actividades pre delictivas.”.

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Vivanco sin embargo, concluye en que el discurso político internacional que ofrece Cuba ha mejorado, y que la isla incluso se ha comprometido a hacer algunos ajustes que serían los primeros pasos para el cumplimiento de los Derechos Humanos dentro del régimen.

“En lo interno nada ha cambiado, pero en los Foros Internacionales, específicamente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Cuba ha ido bajando el tono de su violencia. Ha tenido una actitud más constructiva. Y en los últimos meses suscribieron, firmaron importantes tratados de Derechos Humanos, aún no los han ratificado, han anunciado que cuando los ratifiquen incorporarán una serie de reservas al tratado para evitar que aspectos fundamentales de la Constitución y del régimen cubano puedan ser alterados, esta todo por verse, pero hemos podido detectar una actitud menos visceral en los foros de Cuba en materia de Derechos Humanos”.

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