La administración Bush y legisladores demócratas alcanzaron un tentativo acuerdo para proveer a la atribulada industria automotriz estadounidense 15.000 millones de dólares en préstamos de emergencia.
El acuerdo fue alcanzado el martes por la noche, después de varios días de intensas negociaciones.
El acuerdo daría a General Motors y Chrysler, dos de los llamados tres grandes fabricantes de automóviles, una infusión inmediata de efectivo para mantenerlos funcionando por los próximos meses.
Ford Motor Company, el otro miembro de los tres grandes, dice que no necesita una infusión inmediata de efectivo, pero pidió una línea de crédito de nueve millones de dólares.
Un parte clave del acuerdo incluye la creación de un funcionario gubernamental que supervisará el programa de préstamos.
El funcionario revocaría los préstamos si las tres compañías no presentan planes viables para sus reestructuras para el 31 de marzo.
El proyecto de ley sería sometido a votación en el Congreso este mismo miércoles.