El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo que el gobierno está respondiendo con una acción sin precedentes a lo que llamó un momento crucial para la economía del país.
Bush menciono que la crisis financiera ha erosionado la confianza y congelado el sistema financiero del país, haciendo esencial la intervención del gobierno.
"Dado el precario estado de los mercados financieros en estos momentos y su vital importancia en la vida diaria del pueblo estadounidense, la intervención del gobierno no solo es necesaria sino que es esencial." dijo George W. Bush, presidente de Estados Unidos.
El presidente pidió a los legisladores que superen las diferencias partidarias y aprueben un plan de rescate tan rápido como sea posible. Bush dijo que las medidas costarán una cantidad significativa del dinero de los contribuyentes, y que encierran riesgos, pero que espera que ese dinero eventualmente será devuelto a los ciudadanos.
El plan, el cual el secretario del Tesoro, Henry Paulson, presentó un momento antes, pide que el gobierno adquiera las deudas incobrables, esencialmente removiéndolas del sistema financiero.
"Esta mañana, hemos tomado varios pasos tácticos importantes para aumentar la confianza en el sistema, incluido el establecimiento de un programa temporal de garantías para la industria del mercado de fondos mutuales de Estados Unidos. Pese a esas medidas, se necesita más. Debemos ahora tomar otras acciones decisivas para atacar fundamentalmente y extensamente la causa principal de los problemas de nuestro sistema financiero." dijo Henry Paulson.
Paulson prometió trabajar con los legisladores para elaborar la necesaria legislación. El funcionario dijo que espera que el Congreso apruebe el plan la semana próxima.
En el Capitolio, el senador republicano por Alabama Richard Shelby, un influyente legislador de la comisión bancaria del Senado, advirtió que el plan de rescate del gobierno podría costar a los contribuyentes hasta un billón de dólares.