El Banco Central de Japón dejó sin cambios las tasas de interés en 0,5% ante el temor de una creciente inflación y cada vez mayores señales de una recesión.
El Banco de Japón también redujo su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto correspondiente al año fiscal que termina en marzo, de 1,5% a 1,2%.
El Banco Central japonés no ha puesto en práctica políticas más austeras desde febrero del año pasado.