Un tribunal federal australiano derogó una ley especial que fue aprobada para evitar que manifestantes molesten a peregrinos católicos durante la visita del papa Benedicto XVI a Sidney.
Tres jueces federales dictaminaron, este martes, que la ley era demasiado amplia y violaba la Constitución.
Dos activistas estudiantiles presentaron un recurso contra la ley, la cual incluía multas de más de 5.300 dólares para cualquiera que acosara a los participantes en las festividades del Día Mundial de la Juventud de la Iglesia Católica.
La Corte no derogó una porción de la ley que prohíbe la venta de ciertos artículos, incluyendo calcomanías, insignias y camisetas, diciendo que no detenían la libre comunicación política.
Pip Hinman, de la coalición No Al Papa, dice que leyes similares impuestas el año pasado, en la cumbre de Cooperación Económica del Asia Pacífico, no fueron necesarias.