Efectivos militares iraquíes acordonaron la oficina de los seguidores del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr, en Basora, lo que impidió que asistieran a las plegarias del viernes.
El vocero del Ministerio del Interior, General de División Abdul Karim Khalaf, dijo que la operación está destinada a recuperar oficinas ocupadas injustamente por grupos políticos.
Los partidarios de al-Sadr dicen que se les dio 48 horas para abandonar las instalaciones.
El incidente se produce casi un mes después que el primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, lanzara una operación represiva contra la milicia Ejército Mahdi, de al-Sadr, en Basora, provocando violentos enfrentamientos en otras ciudades del sur y en la capital, Bagdad.
Estados Unidos advirtió que tiene datos de inteligencia según los cuales militantes de al-Qaeda en Irak planean ataques suicidas en Bagdad en el futuro cercano.
La declaración emitida este viernes es una poco común advertencia por parte de los militares estadounidenses, y cita lo que llama “datos de inteligencia creíbles”.