El primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, ordenó entregar sus armas a los militantes chiítas que combaten contra fuerzas gubernamentales en la sureña ciudad de Basora o enfrentarán las consecuencias.
El funcionario emitió el ultimátum desde Basora, este miércoles, desde donde supervisa una importante operación militar contra milicias chiítas.
Autoridades iraquíes dicen que por lo menos 40 personas han muerto y unas 200 han resultado heridas, en dos días de combates en la ciudad.
Las fuentes señalaron que nuevos combates, este miércoles, en el distrito Ciudad Sadr de Bagdad han cobrado la vida de por lo menos 14 personas y dejaron heridas a unas 100 más.
El clérigo iraquí chiíta Moqtada al-Sadr ha exhortado a sus seguidores a que protesten contra las recientes incursiones y detenciones de combatientes de su milicia, el Ejército Mahdi.
Entre tanto, en Washington, el presidente Bush sostuvo una reunión en el Departamento de Defensa, este miércoles, con altos funcionarios para discutir sobre si continuará la reducción de tropas de Irak.