El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, renunció, este miércoles, concluyendo su dramática caída del poder desde que fue públicamente expuesto por sus vínculos con una red de prostitutas de lujo.
Spitzer, un demócrata, hizo el anuncio de su dimisión esta mañana en su oficina de Nueva York acompañado de su esposa.
En su declaración dijo que estaba profundamente arrepentido de no haber cumplido con las expectativas.
El vicegobernador David Peterson, quien es legalmente ciego, reemplazará a Spitzer, convirtiéndose en el primer gobernador negro de Nueva York.
El escándalo surgió el lunes cuando el New York Times informó que Spitzer, de 48 años, casado y con tres hijas adolescentes, gastó miles de dólares en una prostituta de lujo llamada Kristen, en un costoso hotel de Nueva York, la víspera del Día de San Valentin.
Poco después, Spitzer ofreció disculpas a su familia y al público, pero los llamados para que renuncie comenzaron de inmediato, con los republicanos incluso hablando de enjuiciarlo si no dimitía.
La prensa informó que el exgobernador estudió sus opciones, entre ellas usar la renuncia como una herramienta para llegar a un acuerdo con fiscales federales a fin de evitar cargos criminales.
El caso se descubrió cuando bancos notaron frecuentes transferencias de efectivo de varias cuentas y reportaron actividad sospechosa al Servicio de Rentas Internas, informó un funcionario a la agencia AP.
Las cuentas fueron investigadas, lo cual llevó a los agentes hasta Spitzer, después de lo cual autoridades anti-corrupción pública iniciaron una averiguación oficial.
El martes un funcionario policial dijo que Spitzer podría haber gastado hasta 80 mil dólares en un servicio de prostitutas de lujo llamado Emperor Club VIP.