El Departamento de Policía de la ciudad californiana de Los Ángeles admitió haber usado fuerza excesiva para dispersar una multitud de manifestantes que asistía a una protesta el 1 de mayo sobre reforma inmigratoria.
En un informe, dado a conocer el martes, investigadores policiales concluyeron que los comandantes no se prepararon adecuadamente para la manifestación, y que muchos de los oficiales no estaban apropiadamente entrenados en materia de control de multitud.
El informe agrega que la policía disparó 146 balas de goma y empleó garrotes cachiporras para golpear a manifestantes y periodistas más de 100 veces, causando lesiones a 246 personas.
El diario Los Angeles Times dio a conocer que por lo menos 26 agentes se encuentran bajo investigación interna, debido al incidente.
La manifestación de mayo era parte de un día nacional de acción para instar al tratamiento justo de 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.