El mariscal de campo de los Halcones de Atlanta, y estrella de la Liga Nacional de Fútbol estadounidense Michael Vick, se presentó por primera vez en los tribunales, este jueves, en una corte federal de Richmond, Virginia, para una audiencia de fianza, y en la que deberá aceptar o negar su culpabilidad frente a los cargos que enfrenta de que dirigía una organización de peleas de perros.
La fiscalía afirma que Vick y otros tres individuos promovían peleas de perros pitbulls callejeros desde 2001, en una casa que el “quarterback” había comprado en el sur de Virginia, donde perros bravos peleaban entre sí, algunos por horas.
Las autoridades alegan también que los acusados mataban a los animales que perdían en las peleas, disparándoles, ahorcándolos, ahogándolos o electrocutándolos.
Vick, quien al inicio de la investigación negó que tenga conocimiento de las peleas de perros en su casa de Virginia, donde vivía un primo de él, no ha hecho declaraciones públicas desde que fue acusado la semana pasada.
Si es declarado culpable, el mariscal de campo de los Halcones de Atlanta enfrenta hasta seis años de cárcel y una multa de 350 mil dólares.
Michael Vick también es investigado por la NFL, la cual le ha ordenado no presentarse a los entrenamientos del equipo que comenzaron hoy, jueves.
Las acusaciones contra el quarterback han desatado furiosas protestas de grupos protectores de animales, cuyos integrantes se presentaron disfrazados de perros fuera de la corte de Richmond este jueves.