El nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, está rompiendo con una tradición muy antigua en Francia, al negarse a conmutar las sentencias de prisioneros en el Día de la Bastilla, el 14 de julio.
En una entrevista publicada el domingo en el Journal du Dimanche, Sarkozy dice que otorgará el perdón por razones humanitarias pero revisando cada caso, ó en circunstancias excepcionales, como si alguien con antecedentes penales rescata a niños que estuvieran ahogándose.
Los mandatarios franceses tradicionalmente han conmutado las sentencias a prisioneros en el Día de la Bastilla, con el fin de aliviar el exceso de reclusos en las cárceles de la nación.
La festividad del Día de la Bastilla es uno de los feriados más importantes en Francia. Ese día se recuerda el ataque masivo a la prisión de la Bastilla en París, en 1789, que dio paso a la Revolución Francesa.