El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anticipó abiertamente la muerte del presidente de Cuba, Fidel Castro.
Después de declaraciones en el Colegio Naval de Guerra, en Newport, Rhode Island, Bush dijo textualmente “un día, el Señor se llevará a Fidel Castro”. Gente entre la audiencia aplaudía la referencia del mandatario a la posibilidad de la muerte del convaleciente revolucionario cubano.
Pero el presidente Bush, sintiendo aparentemente que sería indecoroso aplaudir la muerte del gobernante de otro país, dijo rápidamente, “no, no, no”, para acallar la reacción de la multitud.
El mandatario norteamericano dijo que el tema real es cómo será Cuba sin Castro al frente de la nación, como lo ha estado por casi medio siglo.
El presidente Bush afirmó que la eventual muerte de Castro sería una oportunidad para promover la democracia en Cuba.