El Papa Benedicto XVI conmemoró el Día Mundial de los Refugiados con un llamado a los gobiernos del mundo para que respeten los derechos de quienes buscan asilo y protejan a quienes huyen de sus países porque corren peligro de muerte.
En declaraciones en el Vaticano, este miércoles, el Sumo Pontífice dijo que la aceptación de los refugiados es “un acto de solidaridad humana” para los cristianos, y una manera práctica de demostrar lo que calificó de “amor evangélico”.
Un informe de las Naciones Unidas, dado a conocer el martes, revela que el número de refugiados en el mundo aumentó 14 por ciento en 2006, en gran parte debido a las guerras en Irak y Afganistán, y a la crisis humanitaria en Darfur, Sudán. El estudio indica que dos mil personas son desplazadas diariamente en Irak, y que un millón y medio de refugiados iraquíes se albergan en campamentos en Siria y Jordania.
Fuentes oficiales señalan que esas cifras no incluyen a más de cuatro millones de refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria y la zona de Cisjordania ocupada por Israel.