El presidente George W. Bush criticó a Rusia por renegar de las reformas, y a China por resistirse a la apertura política.
El mandatario dijo en una conferencia de activistas pro democracia, en Praga, que quienes buscan la democracia recibirán firme apoyo de Estados Unidos.
Bush también elogió a los ex países comunistas de Europa del Este por su apoyo a los movimientos democráticos.
El presidente norteamericano destacó que las reformas en Rusia, que una vez prometieron dar poder a los ciudadanos han sido descarriladas, con inquietantes implicaciones para el desarrollo democrático.
Bush criticó a los líderes chinos por tratar de abrir la economía de su nación sin abrir el sistema político.
Pero agregó que Estados Unidos continuará construyendo relaciones con esos países a pesar de los desacuerdos.
Anteriormente, tras conversaciones con altos líderes checos, en Praga, Bush dijo que Rusia no tiene nada que temer de un planeado sistema de misiles de defensa en Europa.
El presidente dijo a los periodistas, en Praga, que la guerra fría ha terminado y que Rusia no es un enemigo.
Bush indicó que en la cumbre del G-8, en el balneario alemán de Heiligendamm, en el mar Báltico, tratará de convencer al presidente ruso, Vladimir Putin, de que los dos países pueden trabajar juntos para enfrentar amenazas comunes.