Funcionarios afganos informan que las explosiones de dos bombas callejeras en la sureña ciudad de Kandahar dieron muerte a por lo menos siete policías e hirieron a varios más.
La primera explosión destruyó el vehículo en el que viajaban cuatro policías afganos, causando la muerte a los oficiales, según informaron las autoridades.
Cuando la policía llegó al lugar para retirar los cadáveres, otra bomba explotó en las proximidades, dando muerte a otros tres oficiales de policía e hiriendo a un periodista.
Las autoridades indicaron que, aparentemente, las bombas fueron detonadas por control remoto.
Por otra parte, en el norte de Afganistán, la explosión de una bomba colocada en una carretera, alcanzó al vehículo en el que viajaba el jefe de policía de la provincia de Badakhshan.
Según informaron las autoridades, el jefe de policía resultó herido y uno de sus guardaespaldas murió en el incidente.
Las autoridades acusaron por los tres ataques a los milicianos del Talibán, que han reiniciado los ataques en las últimas semanas, después de la típica tregua de invierno.