El ex presidente ruso Boris Yeltsin fue sepultado en el cementerio Novodevichy de Moscú, este miércoles, luego de un funeral de Estado ceremonial.
Disparos de artillería dieron el saludo final a los restos del primer líder líder post soviético cuando su ataúd fue bajado a la tumba.
El entierro siguió a una ceremonia funeral televisada a toda la nación en la catedral Cristo El Salvador.
El presidente ruso, Vladimir Putin, familiares de Yeltsin y dignatarios extranjeros caminaron detrás del vehículo militar blindado que arrastró la carroza funeraria de dos ruedas donde reposaba el ataúd del ex presidente desde la catedral hasta el cementerio.
Una guardia militar de honor escoltó la procesión.
Entre los asistentes al funeral estuvieron los ex presidentes norteamericanos George Herbert Walker Bush y Bill Clinton, y el ex primer ministro británico John Major.
También estuvieron presentes el presidente de Alemania, Horst Kohler, el ex líder soviético Mikhail Gorbachev y el ex presidente polaco Lech Walesa.
El presidente Putin declaró este miércoles día de luto nacional por su predecesor, quien falleció el lunes por una falla cardíaca, a los 76 años de edad.
En toda Rusia, las banderas ondeaban a media asta y los programas de entretenimiento en radio y televisión fueron suspendidos.
Miles de personas desfilaron frente al cadáver de Yeltsin el martes durante todo el día y la noche durante la capilla ardiente que se le levantó en la histórica catedral del domo dorado.
El ex mandatario ruso ordenó que el templo sea reconstruido a principios de la década de 1990, sesenta años después que el régimen de Josef Stalin dinamitara el edificio.
Legisladores comunistas han expresado resentimiento por la participación de Yeltsin en el fin de la Unión Soviético, y se negaron a ponerse de pie durante el minuto de silencio que se ofreció en la sesión de apertura de la cámara baja del Parlamento este miércoles.