El Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas inició su segunda sesión regular, en Ginebra, instando una vez más al envío de pacificadores internacionales a la devastada región sudanesa de Darfur.
Louise Arbour, alta comisionada de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, criticó hoy al gobierno de Jartún y a los rebeldes sudaneses, por no proteger a los civiles en la zona.
En sus declaraciones, Arbour se quejó de que no se está logrando progreso, en lo que se refiere a los responsables del incremento de la violencia y delitos sexuales contra el pueblo.
Arbour también advirtió que el Tribunal Internacional de La Haya enjuiciaría a los responsables de violaciones a la ley humanitaria internacional.
El presidente sudanés, Omar Hassan-al-Bashir, ha rechazado reiteradamente la resolución de la ONU para que se reemplace la actual fuerza de la Unión Africana, con pacificadores de la entidad.
Al-Bashir ha comparado el emplazamiento de una fuerza pacificadora internacional con una ocupación.