La corte británica de apelaciones dijo que nueve afganos que entraron al país después de secuestrar un avión en el 2000 tienen el derecho de vivir y trabajar en Gran Bretaña.
La decisión dada a conocer este viernes ratifica un dictamen anterior de una corte inferior que concede a los secuestradores “permiso discrecional”.
Ambas cortes rechazaron afirmaciones del gobierno británico según las cuales Londres tenía la autoridad de colocar a los 9 individuos bajo “admisión temporal”, la cual les impedía trabajar y recibir beneficios estatales y les requería reportarse regularmente a la policía.
Los afganos secuestraron un avión Boeing después que despegó de la capital afgana de Kabul y obligaron a los pilotos a volar al aeropuerto Stansted de Londres.
Ellos exigieron que se les concediera asilo político argumentando que serían perseguidos por el Talibán, régimen que imperaba en Afganistán en 2000.