Funcionarios afganos informan que combatientes del Talibán, que emboscaron dos convoyes que transportaban miembros de la misma familia, dieron muerte a por lo menos 30 personas.
Los ataques tuvieron lugar, el domingo, en la sureña provincia afgana de Helmand. En el primer ataque del Talibán murió Jama Gul, un ex líder distrital, y por lo menos cuatro de sus guardaespaldas.
Cuarenta de los amigos y familiares de las vícitmas formaron un convoy para recuperar su cadáver, pero ellos también fueron atacados en la misma zona donde ocurrió el primer incidente.
Las autoridades afganas dicen que la segunda emboscada fue un baño de sangre en el que por lo menos 25 personas murieron, y solo algunas sobrevivieron.
Decenas de dolientes han desaparecido, posiblemente secuestrados por extremistas.
En un enfrentamiento separado, el domingo, en la vecina provincia de Uruzgán, soldados afganos y fuerzas de la coalición dieron muerte a siete miembros del Talibán y capturaron a otros cuatro.